Hemos pasado una semana de desconexión y tranquilidad en familia maravillosa.
Casa Arena se encuentra en un pueblo tranquilo y silencioso, que hace que la estancia aún sea mejor. Es una casa colorida, con todo tipo de comodidades y detalles, no falta absolutamente nada. Se respira calma y belleza, gracias a los mágicos atardeceres que te regala cada día, dignos de postal. Poder disfrutarlos cada día ha sido todo un lujo.
Y a un paso del Cotillo, uno de los pueblos mácon más encanto y con las playas más maravillosas de toda la isla.
La anfitriona, simpática y amable, siempre dispuesta a ayudar. Gracias Nuria por crear un espacio tan bonito. Encantados con la isla, y con tu casa. Sin duda volveremos.
Happy family ;)