La casa bien, muy antigua, pero limpia. La única pega que le pongo es que está justo el un barrio de pescadores, el la orilla justo en frente de la de donde están todos los restaurantes y ambiente, lo único que hay en esta son las bodegas, pero la casa está a más de 3km de éstas, y a 4km de la orilla mas concurrida . osea que para visitar la ciudad tienes que hacerte unos 13km ida y vuelta y lo peor....a pie... Porque justo ahora están haciendo obras en esa zona y no llegan ni bus ni taxi, hay un barco que cruza el río, pero te deja a la misma distancia , de los bares, que si fueses andando. Nosotros sí lo hicimos el último día, que ya sólo íbamos al aeropuerto, y cogimos un taxi, nada mas llegar con el barco a la orilla opuesta a la de la casa. Por lo demás, Oporto precioso.