En primer lugar, debo diferenciar entre lo que es el apartamento en sí y la amabilidad del gerente, Carles Roig, atento en todo momento y disponible a mejorar nuestra estancia en el mismo, permitiéndonos retrasar la salida.
El apartamento en sí está bien situado, cercano a algunos monumentos históricos y a las principales vías comerciales de la ciudad. Por cierto, el aparcamiento que oferta la gerencia, situado a escasos metros, es muy de agradecer; porque la zona azul o los precios de los aparcamientos son prohibitivos.
En cuanto al apartamento, deja bastante que desear, especialmente por la falta de enseres en la cocina, suciedad general (especialmente terraza y cocina), parket en salón y habitaciones destrozado, viejo y semipodrido por humedades antediluvianas, muebles bastante ajados y descuidados (a excepción de la TV y frigorífico grandes), wifi de malísima calidad (0,5 Megas), persianas y cortinas rotas, interruptores que no funcionan, bombillas fundidas, muy pequeña habitación con literas y un sofá cama poco acojedor… Por cierto, en todo momento, un desagradable olor a tabaco que hemos traído impregnando toda la ropa de regreso a casa ¿Pueden hacer uso de un económico aparato anti-olores?.
No nos gustó especialmente el estado de los enseres de la cocina. Cuenta con 18 platos, tres sartenes y unos 8 vasos y 3 mugs de distintos padres y madres (como en los pisos de estudiantes); ninguna ensaladera o similar, ni cazuelas, coladores, bayetas…, una cafetera moderna pero que da pena verla (por no decir asco; ni nos atrevimos a tocarla). Cubertería escasa, vieja, anticuada, obsoleta, como de las abuelas, y además, muy sucia. Los muebles de la cocina, pegajosos, viejos, de los años 70-80 y llenos de grasa.
Los responsables de la limpieza de este apartamento deberían dedicarse a otra cosa, porque de aseo… ni idea. Guarr@ el que no limpia y guarr@ el que lo consiente. Mejor no colgamos fotos.
Lo ofertan como “precioso apartamento” equipado para seis personas pero por lo visto alguien debería dormir en el portal y comprar vasos y platos de plástico en la tienda de la esquina si quiere tomarse un café o prepararse un sandwich. Por cierto, oscuro, con ventanas a dos patios (uno semicerrado) y además, con bombillas de muy escasa potencia. Recomiendo linternas o velas, incluso en tiempo soleado.
Es decir, relación calidad precio… SUSPENSO… y 120 € por noche nos parece un verdadero atraco. Estáis avisados… mejor en saco de dormir en el camping disfrutando de unas magníficas vistas.
Un saludo. Juanjo.