El lugar para empezar es fuera de lo común, tranquilo, apartado de los clásicos y molestos turistas de fin de semana que ya inundaron hace años Valle de Bravo y Avandaro. El espacio de la casa es el suficiente para disfrutar unas vacaciones digamos que a la antigua, sin cuestiones electronicas que se interpongan en disfrutar el maravilloso jardín, el arroyo, el paisaje y actividades al aire libre. Nuestras perritas, schnauzer mini y french poodle, fueron absolutamente felices.
Tuvimos la mala suerte de que se fuera la luz 3 de los 5 dias de nuestra estancia, y la única preocupación era la de la comida de regrigerador que llevamos. Nada que una hielera no resuelva, pero esa si fue una incomodidad no esperada, pero para nada achacable a la casa. Habitaciones muy cómodas, una sala pequeña pero suficiente. La atencion de los cuidadores es amable, eficiente y calida. Igual lo fue la atención de la propietaria a nuestras preguntas e inquietudes.
Las mejoras a las que refiero son un refrigerador mejor y mas grande, pues el super mas cercano esta a media hora por una carretera que bordea el lago, muchas curvas y algo de peligro, y seria bueno no tener que hacer un par de viajes, sino llevar todo en uno solo. La reja que cerca el bellisimo jardin necesita modernizarse, sobre todo para impedir que lo sperros habituales del lugar tengan acceso. Afortunadamente estos perros fueron muy amistosos y no hubo ningun problema, todo lo contrario, pero seria un buen punto para la seguridad de las mascotas, que agradezco que permitan.
Por supuesto que regresare. Es la posibilidad de una casa de campo gamiliar muy cercana, accesible, cómoda,a buen precio, tranquila y muy bello lugar.